Registros Akáshicos: el antes y el después de mi vida
Y todo lo que descubrí que ocultaba debajo de la alfombra
Soy de Sagitario y todo se reduce al cliché de que soy bastante exagerada. Mi mamá suele reírse diciéndome que ya voy por el vigésimo mejor o peor día de mi vida. Y tiene razón, para mí las cosas suelen ser muy trascendentales. Mi esencia es vivir con mucha pasión e intención.
Tengo una lista extensa de experiencias que cambiaron mi vida, y una de las más significativas fue mi primera lectura de Registros Akáshicos*. Cada vez que lo menciono, digo que marcó un antes y un después en mi vida. Y... sinceramente, no creo estar exagerando. Realmente atravesé una gran transformación, no por arte de magia, sino porque ya no podía ignorar la profunda información que había recibido. Si lo tengo que decir en criollo: Ya no podía seguir haciéndome la boluda.
*Si no sabes que son los Registros Akáshicos, en el Podcast de esta semana invité a la persona que me abrió mis Registros para que nos cuente más sobre esta increíble herramienta. Al final de esta entrega te cuento más sobre el episodio.
¿Cómo fue esa primera apertura de Registros Akáshicos?
Era Septiembre del 2021. Estábamos de a poco saliendo de los duros momentos que atravesamos en la pandemia, y yo también estaba saliendo de un corto pero intenso vínculo. Hacía un tiempo atrás mi mamá me había contado que se habia hecho una lectura de Registros Akáshicos con Gabriel y me preguntó si yo también quería hacerme una. Pero en ese momento, en medio de ese estado de primavera eterna cuando empezás a salir con alguien, lo que menos me interesaba era entrar en las profundidades de mi alma.
Conocía que eran los Registros Akáshicos porque cuando empecé a introducirme curiosamente en el mundo esotérico realicé un mini taller online para abrir mis propios Registros. Si bien no obtuve ningún mensaje contundente, si recuerdo que al principio de la meditación tuve mucho miedo, sentía que algo malo podía pasarme. Fue en el momento en donde me dije a mi misma “yo estoy acá, estás segura y a salvo, nada puede pasarte”, que me relajé y entré en un estado meditativo como nunca antes. Había soltado todo el control y comencé a sentir una paz difícil de describir con palabras.
Estaba inmersa en un túnel negro, pero rápidamente vi una luz y seguí avanzando hacia ella. Luego comencé a visualizar destellos de luces de colores. Eran brillantes, dinámicas y fluctuantes. Cambiaban de lugar, de forma y de color. Cada vez que quería observar una, esta se transformaba. Fue así hasta que todas las luces se volvieron color violeta brillante, y mi propio Ser me dijo que esa era mi intuición diciéndome “hola”. No puedo asegurarlo científicamente, pero algo adentro mío sabe que es así. Esos destellos violetas aparecen algunas veces en mis meditaciones, pero nunca pude lograr por fuerza propia que aparezcan y si trato de controlarlos ellos simplemente desaparecen. Conectar con esa sutileza requiere de toda mi rendición.
¿Tuviste alguna experiencia así meditando? ¿Para vos que son esas luces de colores? Dejame tu comentario, te leo.
Volviendo a Septiembre del 2021, cuando la primavera en el hemisferio sur comenzaba pero mi primavera afectiva se terminaba, retomé la idea de hacerme una lectura de Registros Akáshicos. Estaba atravesando uno de esos momentos de la vida en los que una pequeña situación te sacude y te lleva a replantearte toda tu existencia. Me di cuenta que estaba usando ese vínculo como una droga que oculta todo lo que no queres ver. El problema, es que cuando te quedas sin ella, aparecen todos esos fantasmas que estaban encubiertos en las sombras.
Fui a la sesión con bastante temor. Sentía el dolor en mi corazón como una quemadura profunda, donde cada roce se transformaba en una sensación intensa de ardor. Era como cuando te quemas con el horno y cada contacto con el agua resulta insoportable; en este caso, en lugar de agua, lo que me quemaban eran palabras y pensamientos.
En un estado de profunda vulnerabilidad me presenté en la sesión, creyendo que iba a encontrar alguna palabra de consuelo y esperanza respecto al vínculo que se había terminado, pero sabiendo internamente que había cosas profundamente enterradas que esperaban mi arribo.
Y así fue. Gabi comenzó la sesión siendo mensajero de mis guías. Sin que yo siquiera le haga alguna pregunta empezó a hablarme de mi pasado, y no particularmente de lo que yo esperaba hablar: mis relaciones amorosas. Fue un día difícil para mi ego, pero un gran día para mi Ser superior.
Junto a el y su guía me animé a echar un vistazo a todo eso que desde chica había guardado debajo de la alfombra. Era aterrador, sí, pero también descubrí que, si ordenaba todo esa montaña de cosas, podría evitar tropezar constantemente con lo que había quedado oculto bajo esa manta.
No salí de la sesión transformada, sino todo lo contrario. Me sentía una muñequita de trapo a punto de romperse. Utilicé toda la valiosa información que mis maestros me ofrecieron como si fuera hilo y aguja, y con ella comencé a remendarme nuevamente.
Me hice cargo de todos esos dolores que cargaba pero que nunca había permitido que penetren en mi vida.
Tomé coraje para hablar con mi mamá y mi papá sobre situaciones que me habían dolido y momentos donde me había sentido sumamente insegura en mi propio hogar, lo cual me llevaron a crear unas grandes corazas alrededor de mi corazón para no permitirme sentir y así protegerme. Tuve el gran privilegio de que ellos me brindaron su escucha, comprensión y empatía, lo cual me regaló un poco de esa seguridad que tanto anhelaba.
Revisé cómo me vinculaba afectiva y sexualmente con los hombres, cómo mis dolores del pasado afectaban a mis relaciones actuales. Puse luz en mi intuición y cómo la había dejado muchas veces de lado. Tocamos el tema de vidas pasadas y cómo cierto karma afectaba a mi merecimiento y mi relación con el dinero. La sesión me brindó el valor para abrirme vulnerablemente con mis amigas y contarles lo que estaba atravesando, lo cual fortaleció nuestra amistad, y también tomé el envión para retomar terapia y hacer un trabajo profundo.
El llamado a reconectar con mi creatividad
Otra de las cosas en las cuales mis guías y maestros hicieron hincapié fue en mi expresión y creatividad. En la entrega anterior conté como mi creatividad fue muchas veces mi salvación, y esta vez no fue la excepción. Con el diario del Lunes puedo decir que lo que sucedió en la sesión fue algo increíble, y me pone contenta tener el registro para poder compartirlo.
Gabi, canalizando a mis maestros, me preguntó si yo dibujaba. En ese momento, como ya conté, no me dedicaba a la ilustración, me consideraba mala dibujando. Sin embargo, de manera curiosa, había comenzado a crear mis propios diseños. El me dijo que los guías le decían que yo tenía que dibujar y garabatear, para soltar mi perfeccionismo y conectarme tanto con mis emociones así como con mi creatividad. Es decir, me pedían que lo haga sin poner tanta cabeza.
Para representar la información que le llegaba, Gabi empezó a dibujar en una hoja distintas formas y figuras. Me decía que eran “dibujos locos”, con líneas constantes, espirales y círculos. “No tiene sentido pero tiene sentido” me dijo cuando me mostró el dibujo.
En ese momento no le di mucha importancia porque había temas más urgentes a los cuales poner mi atención. Unos meses después de la sesión me compré el iPad y el lápiz para dibujar, pero no lo usaba mucho. Recién al año me voy a Mar del Plata a la casa de una amiga que es artista y tatuadora, y me dice que me descargué Procreate - la app con la que dibujan la mayoría de las ilustradoras - así ella me enseñaba a usarlo. Entre charlas pasamos una tarde entera dibujando y es ahí cuando hago algunos de mis primeros dibujos. Recuerdo que mi amiga me dice que eran diseños súper oníricos.
Y es acá que viene lo loco…
¡Uno de los dos primeros dibujos que hice cuando aprendí a dibujar con el iPad era igual al dibujo que me había hecho Gabi!
Es necesario aclarar que el video de la lectura no lo había visto nunca, recién el año pasado es que me animé a volver a revisarlo. Me inundó una sensación de felicidad enorme al ver cómo estaba siendo guiada y acompañada por mis maestros a lo largo del camino. Y esa, es una de las mejores cosas que me llevé de la sesión, el saber que no estoy sola sino que hay todo un campo sutil que me apoya y sostiene.
Hay algo que tenía guardado que me dijeron mis maestros en mi primera sesión de apertura de Registros:
La vida no te va a dar lo que vos no te das a vos misma.
Sin dudas creo que es un tema para hacer una entrega entera. A pesar de eso, hoy, que vuelvo a re-encontrarme con esa frase que tenía guardada de mi sesión, me pregunto. ¿Qué es lo que aún no me estoy brindando? ¿Qué es eso que tanto anhelo que la vida me de? ¿Y cómo puedo yo brindármelo?
Me gusta jugar con las preguntas, abrirlas y vivirlas, dejar que las respuestas aparezcan, se transformen, se vayan, vuelvan a aparecer. Más como una danza y no tanto como una ecuación exacta.
Se me ocurren algunas respuestas también en forma de preguntas. ¿Es quizás diversión lo que necesito brindarme? ¿Será que busco más romance? ¿Me estará faltando flexibilidad? ¿Tendré que regalarme confianza para que la vida me devuelva más de lo mismo?
¿Cuáles crees que son las cosas que vos sentís brindarte? Compartime tu respuesta por acá o al Instagram
En este nuevo episodio del Podcast de El fuego que llevo dentro titulado Registros Akáshicos: Los archivos del alma y la energía universal, nos acompaña Gabriel Falci para ayudarnos a comprender un poco más este universo energético que habitamos pero que aún nos resulta difícil de comprender.
Descubriremos cómo acceder a nuestros Registros Akáshicos puede ser una poderosa herramienta para la sanación interna y la comprensión de nuestros lazos familiares más profundos. También charlamos sobre nuestro propósito y misión de vida, qué es el alma, las vidas pasadas, el amor como integrador, qué sucede después de la muerte y otros temas relacionados que estoy segura que van a interesarte.
En su rol como terapeuta holístico, Gabriel Falci trabaja con el cuerpo energético y físico de quienes buscan su guía. A través de técnicas como el reiki, masajes y los Registros Akáshicos, Gabriel acompaña a las personas en un viaje de aprendizaje y experiencia que abarca nuestra vida y paso por esta tierra. En esta conversación, exploramos el alma humana y su conexión con la energía universal, guiados por su sabiduría, su sensibilidad y experiencia.
Si después de esta conversación sentís el llamado a explorar tu ser a través de su amorosa guía, podes contactar a Gabi a través de su Instagram @gabrielfalci. Lo recomiendo profundamente.
¡Quiero escuchar otras historias! Se que hay mucha gente acá que tuvo experiencias con Registros Akáshicos. Escribime contando la tuya.
Gracias una vez más por recibirme. Te mando mucha luz.