¿Qué ves cuando me ves? dice la canción. Yo me pregunto ¿Qué veo cuando te veo? ¿Cuándo hay una persona enfrente mío la estoy viendo por cómo es o la veo por cómo soy? Y es que creo que la respuesta es que somos espejos. Siempre estoy viéndome a mí misma en los demás.
Quizás escuchaste hablar sobre la famosa Ley del espejo. Dice que el mundo exterior actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo exterior.
Antes de contarte lo que yo pienso sobre esta ley, me gustaría saber tu opinión. ¿Para vos esto es así? ¿Crees que nos proyectamos en las demás personas? Respondeme este mail o escribime a Instagram. Es un tema que siempre me da vueltas en la cabeza y me interesa charlar.
Iba a decir que para mí no es realmente una ley que aplica siempre. Pero basándome en mi experiencia, me doy cuenta que sí, que nuestras relaciones son nuestros espejos. No veo esta ley como una ecuación matemática donde me mienten = yo miento. Sino que el espejo nos muestra un holograma de nuestro ser.
En mi caso le sumaría una 5ta ley, que esté relacionada con la primera: Lo que te molesta de un otro, te está mostrando no solo lo que te molesta tuyo pero también te espeja un gran potencial de impulsar la cualidad contraria. Por ejemplo, si te encontrás molesta porque alguien te miente, esto puede ser un reflejo de una falta de honestidad en vos en ciertas áreas de tu vida. Pero además puede ser una oportunidad para reconocer tus propias cualidades de honestidad y transparencia, y así buscar llevarlas a todas las áreas de tu vida.
Voy a ponerte un ejemplo para ilustrarlo con algo que me pasó.
Hace unos días me contactó una coach de negocios holísticos, la cual yo no conocía pero compartíamos espacio dentro de un grupo de Facebook. Como he contado anteriormente, estoy en un proceso de mutar mi negocio y mi servicio, y hace un tiempo caí en la trampa del algoritmo de Instagram saturado de personas que te dicen “esto te falta para construir el negocio de tu sueños, hacerte millonaria y transformar vidas”. Pensé que tal vez mi problema para avanzar radicaba en no tener un coach. Esta coach me contacta para ofrecerme 3 sesiones de coaching gratuitas, para luego así ofrecerme sus servicios pagos. Mi primera reacción fue de alegría: "¡el Universo me está enviando a la persona que necesito!" Si todo salía bien, pensé, la contrataría.
La primera sesión transcurrió bien; compartí mis ideas y recibí algunas tareas para llevar a cabo. Sin embargo, en la segunda sesión, ella parecía no recordarme ni recordar lo que habíamos hablado el día anterior. No mostró interés en escuchar lo que yo había escrito, así que volví a explicar mis ideas y lo que habíamos hablado. Luego, se centró en hablar de marketing digital y en explicarme “estrategias de venta” que ya le había contado que tenía implementadas en mi negocio. Por ejemplo, me pidió que creara un Ebook gratuito, cuando ya le había explicado que tenía uno disponible.
Por cierto, es el bello Ebook que te llega cuando te suscribís al Newsletter.
La tercera sesión no se llevó a cabo debido a un malentendido en los horarios, y probablemente a la falta de interés de ambas. Aunque le envié un mensaje, ella nunca respondió. No me enojó, pero si me dejó reflexionando ¿Qué me está reflejando esta situación? ¿Qué me está espejando ella?
Podría quedarme solo con una cosa, que esta mujer con su falta de compromiso y responsabilidad me muestra que yo no estoy comprometida con mis proyectos o que estoy priorizando cosas menos importantes. Y sí, es verdad. Sin embargo, elijo dar una segunda mirada y ver que esta experiencia también me muestra mi potencial. Ella me hizo dar cuenta que no necesitaba a alguien más para enseñarme cómo crear un negocio, ya que básicamente había aprendido todo eso durante mi carrera en la Universidad Argentina de la Empresa. El conocimiento ya está adentro mío, solo necesito agarrarme fuerte de mi confianza y actuar.
Lo que me molestaba de ella no solo reflejaba mi sombra, revelando mi falta de compromiso con mi proyecto. Pero además, al abordar con dedicación las tareas que me asignaba, creyendo que ella las escucharía, me di cuenta de que tengo la capacidad de hacerlo por mí misma, y no necesito comprometerme por alguien más, sino comprometerme por mi y por mi propio proyecto. Me mostró mi sombra, si, pero también mi luz: que no me falta nada, ni dependo de alguien que me rescate.
A todos nos gusta un buen chisme, ¿no? Dejame contarme la última parte ¡La coach me copió mi idea! El día después de no haber tenido nuestra última sesión, subió una historia a Instagram contando que cuando se despertó canalizó todo un programa nuevo… resulta que ese programa era lo que yo le había dicho que estaba planeando hacer. ¿Será que me está espejando que mi idea es genial? ja
Al final fue una ganancia para ella: se llevó mi idea. Y una ganancia para mí: me di cuenta que solo tengo que sentarme y hacer lo que sé que tengo que hacer.
*Disclaimer: No estoy sugiriendo que no se contraten coaches, sino que es crucial encontrar a la persona adecuada para cada uno, alguien con quien resonemos. Y además, darnos cuenta en que áreas realmente nos faltan herramientas y en cuales otras tenemos las herramientas pero solo nos da miedo empezar a accionar.
“La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si careces de la capacidad para actuar con maldad. Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad” Deepak Chopra
El espejo en las relaciones es un tema constante en mi charla mental. Siempre me pregunto qué del otro me está diciendo algo de mí, suena narcisista pero para mí es una oportunidad en mi proceso evolutivo.
Rumiando en pensamientos se me ocurrió una teoría, la cual le da el nombre al nuevo episodio del Podcast de El fuego que llevo dentro. Esta es la Teoría de los focos de conexión. Aviso que no tiene ningún fundamento científico, fue creada en la Universidad de filosofía sagitariana de Natalia, sin ningún aval.
En este episodio te comparto esta teoría sobre cómo yo veo la manera en que las relaciones dan luz a nuestras sombras. Le puse tanto empeño a esta teoría que hasta la ilustré de forma muy realista ja!
Se que tenes un lado oscuro que te gustaría hacer desaparecer. Lo sé porque yo también lo tengo. Pero en este episodio te invito a que conozcamos más de nuestra sombra para que podamos integrarla y completar el rompe cabezas de nuestra vida.
Después de plantearte semejante tesis te pido que me cuentes que opinas de esta teoría ¿Te hace sentido? ¿Te pasa que otros vínculos iluminen partes tuyas que estaban ocultas? Quiero leerte, respondeme acá o escribime por Instagram