¿Te pasó de sentir que no estás avanzando en tu vida? ¿Te pasó de volver a sentir esa frustración de estar en el mismo lugar? ¿De sentir qué no sabes para donde ir? ¿O de tener que tomar una decisión que te da miedo y entonces preferís quedarte inmóvil?
Hace un rato terminé una de las reuniones de Colmena*, y tocamos mucho este tema. Estaba un poco perdida al elegir la temática de este Newsletter. Siempre relaciono las entregas con los episodio del Podcast y esta vez podría haber elegido hablar de los desafíos de emprender, la pasión como motor, o la importancia de la confianza a la hora de llevar a cabo nuestros proyectos. Pero decidí hablar de este sentimiento que aparece cuando uno está sin saber bien a donde ir.
*Colmena es un espacio online, libre y gratuito donde nos juntamos todos los Lunes con mujeres de la comunidad de Le Mat Market a tejer red. Charlamos, nos motivamos y hacemos de espejo las unas de las otras. ¡Si queres participar escribime!
En esta fase aparecen rápidamente muchos sentimientos: frustración, desorientación, amargura, culpa, procrastinación, estancamiento, duda, auto boicot, y una sensación de que nunca vamos a salir de ahí. Y, aunque ya lo sepas, dejame repetirte que sí, vas a salir de ahí, y te vas a dar cuenta que igualmente en esa desorientación estabas avanzando.
Creemos que el camino es lineal, que empezamos en el punto A y vamos a llegar al punto B de forma directa, y, por lo menos desde mi experiencia, no es así. El camino tiene desviaciones, momentos con mucho tráfico, otros donde se pincha la rueda, por momentos paramos a descansar, a sacar fotos en la ruta, frenamos para estirar las piernas y para tomarnos el tiempo para almorzar. Hay algunas veces donde inclusive nos olvidamos algo en la parada anterior y tenemos que volver. Muchas veces nos cruzamos a personas que nos dan mal alguna indicación, o que nos recomiendan un lugar cerca para visitar. El GPS a veces se pierde y tarda en recalcular. ¿Pero esto significa que no estamos avanzando? ¿Tomar una desviación para conocer un lugar nuevo significa que no puedas retomar más tarde la ruta original? ¿Te estás traicionando si encontraste un atajo y cambias de camino? Por si aún no te diste cuenta, la respuesta es siempre: No.
Y es que el camino no suele ser lineal. Pero a nuestra mente racional le cuesta entender esto.
Miralo de este modo: Si estás haciendo un viaje por la ruta y frenas un rato en un parador y alguien te pregunta ¿qué andas haciendo? vos le vas a responder que estás haciendo un viaje por ruta a pesar de que en ese mismo instante no estés sentado en tu auto recorriendo el camino. Que hayas frenado un rato a descansar no quita el hecho de que estés haciendo un viaje por la ruta. Frenar, descansar, desviarse, perderse, es todo parte del camino.
Probablemente has escuchado una frase que dice algo así como: La vida es una espiral ascendente, nunca se pasa por el mismo punto, sólo por encima de este.
Quizás sentís que estás otra vez en el mismo lugar. Otra vez estancada en lo mismo, otra vez teniendo la misma experiencia, otra vez repitiendo la misma historia. Vengo a decirte que no. Que aunque no te des cuenta estás avanzando. Y puede que la situación suene similar a una que ya habías pasado, pero como ya la atravesaste antes ahora tenes nuevas herramientas, nuevas experiencias y nuevos aprendizajes que no contabas anteriormente. No estás en el mismo lugar, estás un escalón más arriba.
“Cuando no sabes a donde ir, no vayas a ningún lado” Dijo Caro, una de las chicas de Colmena. Y que importante es saber rendirse. No tener respuestas, como esa pausa momentánea que aparece cuando el GPS está recalculando.
El problema está muchas veces en que creemos que frenar es quedarnos atrás. ¿Pero detrás de qué? ¿Detrás de quién? ¿Podemos realmente estar por detrás en nuestro propio y único camino? La ruta es tuya para recorrer, no podes quedarte atrás de nada ni de nadie porque solo vos sos quién la está recorriendo.
Quizás es solo darte cuenta que en verdad nunca fuiste para atrás. Toda la experiencia que tenes no te la podes desprender, es tuya para siempre. Todos los aprendizajes que recolectaste no podes desaprenderlos. Todo el camino desconocido que hiciste conocido no podes desconocerlo, por más que pegues la vuelta, esos lugares desconocidos ya fueron descubiertos por vos. Así que no, nunca fuiste para atrás, nunca podes ir para atrás.
“No nos encontramos con nosotros mismos hasta que no estamos perdidos, o en otras palabras, hasta que no perdemos el mundo y podemos reconocer dónde estamos y cuál es la infinita extensión de nuestras relaciones”
Henry David Thoreau
Por más de que - como dije antes - hablé de este tema con las chicas de Colmena, el título de este Newsletter salió del Podcast de esta semana. Y no, el episodio no trata sobre el sentimiento de no saber que hacer, sino todo lo contrario, es sobre tener en claro lo que uno quiere y apostarlo todo por ese sueño.
En este nuevo episodio del Podcast de El fuego que llevo dentro llamado Emprender desde cero con el sabor y la pasión de Camila Schiavone charlé con la persona detrás de la pastelería Dulce Bajón. Si en el episodio anterior charlamos con una coach de emprendedoras sobre nuevos paradigmas en el mundo emprendedor. Me parecía coherente invitar hoy a alguien que sea la representación de estos nuevos buenos negocios.
Cami cuenta como empezó emprendiendo desde cero, sin estudios, sin conocimientos de negocios, solo con un deseo y su gran pasión por la cocina y el disfrute de agasajar a las personas. Pasó de subir fotos de lo que cocinaba en su casa a tener un local a la calle y tener un equipo de 6 personas a cargo. Obstáculos en el camino hubieron muchos, pero fue en el momento en el que tuvo que tomar la decisión de apostarlo todo por ese deseo de crecer con su negocio, que se dio cuenta que nunca había retrocedido. Fue esa confianza de saber que, a pesar de que vayan a haber obstáculos, siempre iba a estar avanzando, la que la llevó a animarse y finalmente tener éxito con su negocio.
A Cami la conozco desde que somos chicas porque fuimos al colegio juntas. Es de mis amigas más cercanas y me acompañó a atravesar incontables etapas de mi vida. Hace unos años conocí una nueva versión de ella, la versión emprendedora, creativa, pastelera, jefa y mujer de negocios. Pero sobre todo pude ver nacer una confianza tan grande que es imposible que no la sientas. Y eso es de lo que más admiro en ella y uno de los tantos motivos por los cuales quería compartir esta charla.
La creatividad está en todos lados, inclusive en la cocina y en los negocios. Te dejo con la entrevista para que la conozcas y te inspires con su historia.
Y como siempre. Gracias por leer y por escuchar. Me siento muy afortunada sabiendo que me abrís las puertas a tu mundo. Acordate que siempre podes responderme este mail o dejarme un mensaje en Instagram